El más espectacular de los aparatos en la competición femenil, las barras asimétricas, exigen fuerza tanto como concentración, coordinación y precisión.
Consisten en dos barras paralelas horizontales colocadas a distinta altura.
En un ejercicio de asimétricas debemos observar grandes balanceos que comienzan en la barra más elevada, incorporando varios cambios de barra, piruetas y sueltas.
La rutina debe evolucionar desde la barra inferior hasta la superior, incluyendo varios ejercicios aéreos, elementos de vuelo, cambios en la dirección, mortales y balanceos circulares.
La rutina debe fluir de un movimiento a otro sin pausas, balanceos de sobra o apoyos de más. Las gimnastas suelen subir a las barras utilizando un trampolín.
La barra inferior puede ser ajustada entre 140 cm y 160 cm de altura, mientras que la superior debe situarse entre 235 cm y 240 cm de altura.
Las barras están, en su base, separadas por un metro de distancia y pueden ser ajustadas hasta una separación máxima entre ellas de 143,5 cm.